La Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI) acaba de iniciar su andadura, con el objetivo de representar, contribuir al desarrollo, y servir de registro a empresas del sector financiero dedicadas a utilizar la tecnología para concebir productos innovadores.
La Asociación está enfocada en realizar labores de interlocución, comunicación, investigación y de colaboración con los organismos y agentes del sistema para “fortalecer el crecimiento de este sector en España”, de acuerdo a lo señalado por Jesús Pérez, presidente de AEFI.
Esta comunidad está formada por más de 12.000 empresas a nivel global, que según Rodrigo García de la Cruz, director de Innovación y Tecnología Financiera del Instituto de Estudios Bursátiles y vicepresidente de AEFI, “interaccionan de forma colaborativa y compiten con el sector financiero”.
Debido a la alta bancarización en España es más difícil la implementación en el mercado de estos productos y servicios digitales financieros, sin embargo, los consumidores sí lo han aceptado con “naturalidad”, de acuerdo con el último informe publicado por el IEB denominado “Estudio Banca Digital España 2015”.
En España, existen 79 empresas de este tipo y AEFI apenas tiene 70 empresas asociadas, por lo que quiere funcionar como un registro debido a que se estima que laboren aproximadamente una centena.
En AEFI opinan que España puede ser una referencia a nivel europeo para este sector si la inversión se enfoca a empresas emergentes, además de adaptar la regulación a sus actividades y si se rodea del talento y la innovación presente en los emprendedores.
Por otro lado, AEFI considera que el número de iniciativas emergentes de empresas del sector financiero que hacen uso de la tecnología para inventar productos innovadores en España es “elevado”, por lo que la tendencia en el crecimiento del volumen de facturación del sector es “palpable”.
Jesús Pérez ha destacado que “en España es necesario facilitar los procesos regulatorios para que las compañías puedan ser más ágiles, ya que actualmente muchas de estas iniciativas emigran a Londres, donde sí hay flexibilidad para su desarrollo”.
Asimismo, Pérez ha señalado que el principal obstáculo que tiene este sector es generar la suficiente confianza de los usuarios sobre este tipo de servicios financieros digitales, e incrementar las tecnologías de seguridad para minimizar el riesgo de fraude, al que “tan susceptible es el sector financiero”.