El Gobierno de China ha anunciado sus planes para reducir el exceso de su capacidad de producción de acero, con una disminución de entre 100 y 150 millones de toneladas anuales, hasta alcanzar el 12,5% del total actual, en los próximos cinco años.
La agencia oficial Xinhua ha informado que la reestructuración del sector implicará el cierre de las plantas más antiguas y la cancelación de la construcción de nuevas instalaciones, de acuerdo al anuncio realizado por el Consejo de Estado (Ejecutivo).
También se procederá a eliminar las denominadas compañías “zombis”, que han cesado su actividad pero aún no han sido declaradas en bancarrota. La industria siderúrgica china es la más grande en el mundo, tiene una capacidad instalada para producir hasta 1.200 millones de toneladas al año.
Sin embargo, de acuerdo a datos proporcionados por la patronal del sector, la disminución de la demanda provocó que la producción durante el año 2015 fuera de 804 millones de toneladas, con una disminución del 2,3% en comparación con el 2014.
Los trabajadores que se vean perjudicados por esta reestructuración obtendrán subsidios por desempleo y formación profesional. Por otro lado, el gobierno chino ha resaltado que las empresas que tengan atrasos salariales están en la obligación de cumplir con sus compromisos.
El exceso de capacidad de la industria siderúrgica de China también está causando problemas en el exterior, ya que Pekín ha sufrido varias medidas de sanción comercial por “dumping” de diversos productos de acero en sus mercados de exportación.
La reestructuración anunciada es parte de un proceso más grande de reforma de la industria china, la cual incluye a las empresas de propiedad pública, debido a que el gobierno chino intenta disminuir las actividades consideradas redundantes u obsoletas, que están consumiendo importantes recursos financieros sin obtener los beneficios esperados a cambio.
Se tiene previsto que este proceso de reforma se apruebe en la próxima sesión plenaria de la Asamblea Nacional Popular.