BID Invest ha emitido el primer bono azul de América Latina con el objetivo de financiar proyectos relacionados con la conservación del agua y los océanos.
James Scriven, el director ejecutivo de BID Invest, ha señalado que los bonos azules son un pequeño rincón del mercado de deuda de 1 billón de dólares (866.065 millones de euros) que financia proyectos ambientales, sociales y de gobernanza corporativa (ASG).
El directivo ha agregado que “habrá un nivel de demanda creciente a medida que el cambio climático impacte los medios de vida en América Latina y el Caribe, donde gran parte de la población vive en áreas costeras”.
De acuerdo a los datos que ha publicado Bloomberg, los inversionistas han obtenido un récord de 39.000 millones de dólares (33.777 millones de euros) en deuda ASG de prestatarios latinoamericanos este año, más del doble de la cantidad emitida en 2020.
Los bonos azules fueron utilizados por primera vez por Seychelles en el año 2018. Hasta el momento, no se han vuelto populares, pero forman parte de una reestructuración de deuda planificada de Belice.
Scriven ha comentado que espera que se concreten más emisiones de este tipo en esta región propensa a los desastres naturales, donde casi una cuarta parte de la población vive cerca de la costa.
Los ingresos de los bonos azules pueden ser utilizados para todo, desde hoteles sostenibles hasta la construcción de puentes adecuados para soportar el aumento del nivel del mar.
La primera venta de la entidad financiera, de 50 millones de dólares australianos (32 millones de euros) en bonos a 10 años, se realizó para aprovechar la fuerte demanda de deuda ASG por parte de los inversionistas asiáticos.
IDB Invest es miembro del Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo y en lo que va de año ha emitido unos 1.600 millones en bonos bajo un marco de deuda sostenible.
Scriven ha señalado que “hace muchos años decidimos incrementar nuestras actividades y nuestro papel en la lucha contra el cambio climático. Mi sueño ha sido emitir un bono azul”.