Los seis bancos cotizados que forman parte del Ibex 35 tendrán que abonar a las arcas públicas españolas hasta 1.200 millones de euros este año en concepto del nuevo impuesto extraordinario que aprobó el Gobierno y que grava sus comisiones e intereses netos.
Los datos proceden de las estimaciones que han ido comunicando los bancos en los días pasados en el contexto de su presentación de resultados anuales.
La entidad más afectada por el nuevo gravamen será CaixaBank, que espera tener que abonar ante Hacienda 400 millones de euros este año. En segunda posición se sitúan Banco Santander, que calcula una horquilla entre 220 y 230 millones, y BBVA, que aspira a tener que pagar 225 millones.
Por otro lado, Banco Sabadell informó de que su previsión para este impuesto era una aportación de 170 millones de euros, mientras que Bankinter considera que su ‘factura’ con el Estado por este impuesto será de entre 80 y 100 millones de euros.
Respecto a Unicaja Banco, la entidad no ha informado públicamente de la previsión que maneja sobre la cuantía que tendrá que abonar.
De acuerdo con este nuevo tributo, las entidades de crédito tendrán que abonar un 4,8% de su margen de intereses (intereses cobrados menos pagados) más sus comisiones netas (también cobradas menos pagadas). Afecta solamente a la actividad en España de las entidades que facturen más de 800 millones de euros.
La estimación del Gobierno es que este nuevo impuesto suponga un incremento en la recaudación de 1.500 millones de euros. A los hasta 1.200 millones que aportarán los bancos cotizados hay que sumar lo que tendrán que abonar otras entidades que no cotizan en Bolsa o incluso entidades extranjeras que tienen negocio en España.