La Seguridad Social va a ahorrar 33 millones de euros en prestaciones gracias a un plan que activará en el último trimestre del año, con el objetivo de reforzar el control médico de las situaciones de incapacidad temporal, que incluye 64.000 inspecciones adicionales hasta final de año.
El Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social de España ha informado en un comunicado que el plan responde no sólo al incremento de los procesos, sino también a la duración de los mismos, lo que se ha reflejado en un gasto que ha crecido más de un 10% desde el año 2013, que en el 2017 llegó a situarse en 7.586 millones de euros y que para 2018 tiene presupuestados unos 7.979,72 millones de euros.
El coste previsto por el organismo para este plan es de 312.142,56 euros, que incluyen la ampliación de jornada laboral en cuatro horas para los 267 inspectores médicos que van a participar de forma voluntaria.
Las actuaciones se van a centrar en las bajas de menos de 345 días de duración con el propósito de verificar que las situaciones de incapacidad temporal y el pago de las prestaciones que les corresponden están médicamente justificadas, tomando en cuenta la concreta actividad laboral del trabajador.
El organismo ha explicado en una nota que la incapacidad temporal es un subsidio diario que sirve para cubrir la pérdida de rentas mientras el trabajador se encuentra imposibilitado de forma temporal para trabajar bien sea por enfermedad común o accidente no laboral o por enfermedad profesional o accidente de trabajo, y recibe la asistencia sanitaria de la Seguridad Social.
Hoy en día, existen un total de 18.145.243 trabajadores que se encuentran protegidos por contingencias comunes, de los cuales 13.957.927 están cubiertos por las mutuas, 4.151.090 por el Instituto Nacional de la Seguridad Social y otros 36.226 por el Instituto Social de la Marina.