Las contrataciones en Estados Unidos se han frenado en los últimos dos meses, y los salarios cayeron en el pasado mes de septiembre.
Esta situación plantea nuevas dudas sobre si la economía estadounidense ha logrado fortalecerse lo suficiente como para que la Reserva Federal (Fed) suba los tipos de interés antes de que culmine el año.
El Departamento de Trabajo informó el pasado viernes que las nóminas no agrícolas aumentaron en 142.000 en septiembre y las cifras de agosto fueron revisadas a la baja, a 136.000. Los analistas estimaban que las nóminas no agrícolas crecerían en 203.000 durante el pasado mes.
Esto trajo como consecuencia un menor incremento del empleo en un período de dos meses en más de un año, lo que ha incrementado los temores de que la desaceleración económica global, debido a la situación de China, esté mermando la fortaleza de Estados Unidos.
Para el mes de septiembre, la tasa de desempleo se mantuvo estable en un 5,1%, como predijo el mercado, ya que se esperaba que algunos trabajadores que renunciaron a la búsqueda de trabajo en los tiempos más difíciles hayan regresado a la fuerza laboral.
Phil Lachowycz, economista de Fathom Consulting en Londres, ha señalado que “la economía estadounidense está viva y coleando”.
No obstante, los especialistas prevén que la economía sólo tiene que incorporar 100.000 empleos al mes para mantenerse con el crecimiento demográfico. Una creación de empleo por encima de ese nivel podría llevar a la baja la tasa de desempleo.
David Stockton, economista jefe de la Fed entre los años 2000 y 2011, ha comentado que “todavía estamos funcionando muy por encima de ese ritmo”.