La tasa de inflación interanual de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se situó en junio en el 1,9%, tres décimas menos que el mes anterior, lo que supone su lectura más baja desde diciembre de 2016.
Los precios de la energía registraron una subida interanual del 3%, frente al 2,1% de mayo, mientras los alimentos se encarecieron un 1,6%, una décima más que el mes anterior.
De este modo, al excluir el impacto de la evolución de los precios de la energía y los alimentos, la tasa de inflación subyacente de la OCDE se situó en el 1,8% en junio, por lo que se mantiene estable respecto al mes anterior.
Entre las economías del G7, la inflación solo se recuperó en Alemania, hasta el 1,6% frente al 1,5%, mientras que disminuyó en Canadá (hasta el 1,3% frente al 1% anterior), en Estados Unidos (1,6% desde 1,9%), Reino Unido (2,6% desde 2,9%), Italia (1,2% desde 1,4%) y Francia (0,7% desde 0,8%).