Savills ha publicado un estudio en el que señala que Nueva York, París y Londres son las ciudades mejor preparadas para el trabajo híbrido, en el que se combinan las modalidades presenciales y a distancia.
El informe de Savills muestra que, desde la perspectiva de la presencialidad en oficinas, Nueva York, París, Londres, Berlín y Frankfurt pueden prepararse para una transición más rápida al trabajo híbrido por los costes comparativamente altos de las oficinas, las prácticas de trabajo flexibles y los confinamientos prolongados. Mientras que Mumbai, Shanghai y Ho Chi Minh City tendrán una transición hacia el trabajo híbrido más lenta debido a su poca flexibilidad laboral.
La consultora inmobiliaria ha destacado que, desde la perspectiva de los trabajadores, la ciudad de Los Ángeles es la que presenta condiciones muy propicias para implementar el trabajo híbrido, como el tamaño de las viviendas y la distancia entre los hogares y el lugar de trabajo. Además, los alquileres de larga duración y una economía diversificada incentivan a los empleadores a reducir la presencialidad en oficinas.
Savills también considera que ciudades más pequeñas como Lyon y Ámsterdam podrían registrar cambios más lentos hacia el trabajo híbrido, debido a que los desplazamientos al lugar de trabajo son más cortos y el coste de las oficinas es menor.
Jeremy Bates, el director de EMEA servicios para arrendatarios de Savills, ha señalado que «la transición al trabajo híbrido es el mayor desafío al que se enfrentarán los trabajadores en los próximos cinco años. Incluso para aquellos que residen en ciudades donde el cambio sucederá más lentamente, es probable que sea algo a lo que tendrán que enfrentarse».
Por otro lado, Paul Tostevin, director de Savills World Research, ha explicado que, «aunque en lugares como París, Londres, Berlín, Frankfurt y Nueva York se dará una transición al trabajo híbrido de forma más rápida, la duración de los alquileres, la baja velocidad de banda ancha doméstica y, en algunos casos, el tamaño reducido de los hogares, pueden propiciar que los propios empleados presionen para regresar a la oficina».