El cumplimiento de las proyecciones del crecimiento de la economía española y de la deuda a largo plazo estimadas por el Gobierno, podría resultar más complicado de lo que se considera, según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).
AIReF calificó de razonable el objetivo de crecimiento en un 2,9% para este año 2015, pero alertó que los parámetros en los que están basados los objetivos implican que ciertas circunstancias idóneas se mantengan en el tiempo, como: un euro débil y un petróleo bajo o, en otras palabras, condiciones favorables al ciclo.
Entre los objetivos que plantea el gobierno español se encuentran: aumentar el PIB otro 2,9% en 2016 y un 3% en los dos años siguientes. AIReF comenta en su informe que considera ambiciosos estos objetivos, aunque no los descarta como probables, también argumenta: «Los riesgos se acentúan con el paso del tiempo y hacen que el escenario macroeconómico pueda ser menos expansivo de lo previsto por el Gobierno, particularmente en los años 2017 y 2018”.
Es importante resaltar, que entre las mayores amenazas que podría enfrentar las propuestas del gobierno español, se encuentra un aumento de los costes de financiación para el Estado, planteamiento que agudiza al considerar que la deuda pública actualmente se encuentra con tipos de interés históricos, lo que podría coincidir con el programa de compra de bonos soberanos iniciado por el BCE.
El Gobierno dentro de sus estimaciones y con el deseo de llevar a cabo sus propuestas, estima que los tipos de la deuda pública, en un plazo de diez años, disminuyan gradualmente hasta llegar a una fluctuación del 1,1%, por su parte espera que el precio del crudo Brent se sostenga alrededor de 68,8 dólares por barril entre los años 2016 y 2018.
La autoridad agrega que el ratio de deuda pública sobre PIB, la cual se encuentra cerca del 100%, irá decayendo en los años 2017 y 2018, y cree firmemente que llegar al objetivo del 60% es viable para el año 2020. Según las proyecciones oficiales, la relación deuda-PIB de España alcanzaría su máximo en 98,9% para este año, la cual iría en descenso hasta llegar al 93,2% para el año 2018.
En relación a las proyecciones del Gobierno, comenta AIReF: «El escenario más probable es que el descenso de la deuda sea a un ritmo más suave de lo que dice el Gobierno”.