El Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) ha señalado que la pandemia del coronavirus ha provocado la mayor fuga de capitales de las economías emergentes jamás registrada. Sólo en marzo alcanzó un récord de 83.300 millones de dólares (76.250 millones de euros).
Los flujos de entrada de capitales hacia los mercados emergentes prácticamente se interrumpieron, con una lectura de apenas de 200 millones de dólares (183 millones de euros) en febrero.
De acuerdo con las estimaciones de IIF la fuga de capitales de no residentes registrada en marzo en las economías emergentes supera a otros episodios de nerviosismo en los mercados como los de la crisis financiera o los registrados en 2015 por los temores a una devaluación en China.
Jonathan Fortun, economista del Departamento de Macroeconomía Global del IIF, ha dicho que «marzo de 2020 ha sido el peor mes del que existen registros para los flujos de capitales de no residentes a los mercados emergentes».
El estudio señala que, aunque este «colapso» de los flujos en renta variable y en deuda a causa del coronavirus fue percibido en un primer momento en China, la propagación del coronavirus en las últimas semanas ha sacudido los mercados, provocando un ‘shock’ más severo para las economías emergentes.
La salida de capitales desde la deuda de emergentes ha alcanzado en marzo los 31.000 millones de dólares (28.375 millones de euros), la segunda mayor fuga en términos mensuales, detrás de la ocurrida en octubre de 2008, después de la quiebra de Lehman Brothers. En el caso de la renta variable, las salidas desde China alcanzaron los 12.300 millones de dólares (11.260 millones de euros) y los flujos hacia el resto de emergentes registraron un retroceso de 40.100 millones de dólares (36.710 millones de euros).
En el mes de marzo, Asia registró la mayor salida de capitales de su deuda, con la fuga de 19.500 millones de dólares (17.854 millones de euros), frente a la entrada de 4.500 millones de dólares (4.120 millones de euros) en febrero. Además, lideró la salida de capitales en la renta variable, con un dato negativo de 35.900 millones de dólares (32.859 millones de euros), frente a la salida de 5.500 millones de dólares 85.034 millones de euros) en febrero.