Brasil ha cerrado 2015 con un superávit comercial de 18.193 millones de euros, el mejor resultado desde el 2011 y el primero en números positivos tras el déficit de 2014 (-3.748 millones de euros), a pesar de que las exportaciones han caído a sus niveles más bajos en un lustro, según datos del Gobierno del país sudamericano.
Las exportaciones han registrado descensos del 14,1% con respecto a 2014, y se han situado en 176.786 millones de euros, pese a que la depreciación de la divisa brasileña, el real, que fue del 48,3%, favoreció las ventas al extranjero.
La caída de las importaciones fue del orden del 24,3%, hasta los 158.582 millones de euros, según el balance oficial presentado por el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior.
El secretario (viceministro) de Comercio Exterior, Daniel Godinho, ha atribuido la merma de las exportaciones a la fuerte caída de los precios internacionales del hierro, el petróleo y la soja, los cuales forman los principales productos de Brasil.
El descenso de las importaciones fue especialmente agudo en combustibles (-44,3%), aunque también hubo importantes retracciones en las compras de bienes de capital (-20,2%), materias primas y productos intermedios (-20,2%) y bienes de consumo (-19,6%).
China se ha mantenido como principal cliente de Brasil, con una facturación de cerca de 33.000 millones de euros y un descenso de las ventas para ese destino del 11,3%, lo que afectó principalmente a materias primas como la soja y el hierro.
Las ventas a Estados Unidos, segundo socio comercial de Brasil, bajaron un 9,7% y se situaron en 24.200 millones de dólares por el descenso de la exportación de petróleo, semimanufacturados de hierro y acero y motores para vehículos, entre otros.
En relación con Argentina, tercer mercado brasileño, las exportaciones bajaron un 9,3 % y se ubicaron cerca de los 11.800 millones de euros, motivado por las menores ventas de automóviles, motores y piezas para vehículos y otros productos.