La recuperación económica de la zona euro se estancó el mes pasado, cuando la segunda ola de casos de coronavirus y las restricciones impuestas para tratar de contenerla golpearon la actividad en el sector servicios, dominante en el bloque, lo que apunta a una recesión de doble caída o en W, como se conoce en economía.
Junto a sus socios, Alemania y Francia, las dos economías más grandes de la zona euro, han vuelto a imponer duras medidas de bloqueo, lo que probablemente asestó un duro golpe este mes, ya que los restaurantes, gimnasios y tiendas permanecen cerrados y los ciudadanos se quedan en casa.
«Con el endurecimiento de las medidas de bloqueo, es cada vez más difícil ver cómo la economía de la zona euro evitará volver a caer en declive», dijo Chris Williamson, economista jefe de negocios del compilador de encuestas IHS Markit. «Para todos los países, el panorama se ha vuelto cada vez más oscuro», añadió.
La economía de la zona euro se contrajo un 11,8% en el segundo trimestre, pero se expandió un 12,7% mucho mejor de lo esperado en el periodo julio-septiembre después de que se suavizaran muchas restricciones de bloqueo.
Pero el aumento de casos de coronavirus representa un grave riesgo para la recuperación del bloque y el índice de gerentes de compras compuesto final de IHS Markit, considerado un buen indicador de la salud económica, cayó a 50,0 el mes pasado desde los 50,4 de septiembre, aunque por encima de una lectura preliminar de 49,4.
Fue un golpe en la marca de 50 que separa el crecimiento de la contracción y fue arrastrado por el PMI de servicios, que cayó a 46,9 desde 48,0, su nivel más bajo desde mayo, cuando la primera ola del virus se extendió por Europa.
«Los proveedores de servicios se han visto especialmente afectados, liderados por la intensificación de la debilidad en los sectores orientados al consumidor, como la hostelería, lo que contrarresta las buenas noticias observadas en la industria manufacturera durante el mes», dijo Williamson.
La encuesta IHS Markit se realizó en gran parte antes de que se establecieran muchas de las nuevas restricciones en Europa, pero los indicadores prospectivos ya eran sombríos.
Las empresas de servicios recortaron personal por octavo mes, la demanda cayó aún más, los trabajos atrasados se agotaron nuevamente y el optimismo disminuyó. El índice de expectativas empresariales se hundió a 54,2 desde 59,2, y en su mayoría solo ha sido más bajo este año y durante las dos últimas crisis financieras.