Íñigo Fernández de Mesa, secretario de Estado de Economía, ha afirmado que la entrada en vigor de la Unión Bancaria está brindando sus primeros frutos positivos en la economía.
Desde que se pusiera en marcha el pasado 4 de noviembre la Unión Bancaria ya aporta beneficios a las pymes ofreciendo un financiamiento a un menor coste.
Fernández de Mesa ha indicado en la presentación del informe ‘Unión Bancaria: ahora empieza la verdad’ que el coste de financiación de las pymes se ha reducido en 114 puntos básicos en 2014 y en 260 puntos básicos desde agosto de 2012.
Asimismo, ha señalado que las pymes españolas han logrado reducir sus costes de financiación en comparación con las pymes de la zona euro. Estos valores rondan los 83 puntos básicos durante el 2014 y en los 200 puntos básicos desde el 2012.
«Esto es una señal clara de que la Unión Bancaria está teniendo efectos concretos sobre el funcionamiento real de la economía», ha añadido Fernandez de Mesa.
El secretario de estado de economía ha hecho un repaso por los tópicos claves de la Unión Bancaria, centrándose especialmente en la creación de un Mecanismo Único de Resolución. En este punto, ha recordado que el Gobierno ha dado su autorización al anteproyecto de Ley de resolución bancaria por el que se crea un fondo de 60.000 millones de euros.
Según PwC y el IE Business School los nuevos pasos a dar por la Unión Bancaria son desarrollar una regulación única, crear unas reglas de juego estables, tapar los huecos del mismo sistema y finalmente ofrecer una salida a la llamada banca ‘en la sombra’.
Luis Maldonado director general del Centro de Sector Financiero de PwC e IE Business School, indica que una vez superadas las pruebas de solvencia que el Banco Central Europeo (BCE) ha realizado a la banca, las entidades deben tener en cuenta dos líneas de presión complementarias a la idea de la Unión Bancaria.
Primeramente las mismas deben prestar atención a los movimientos de consolidación que se producirán en Europa a corto y mediano plazo. Además deberán hacer frente a las expectativas de las autoridades políticas y de la opinión pública de la Unión Europea, que «esperan que la puesta en marcha de la Unión Bancaria haga fluir el crédito».