Yukitoshi Funo, miembro de la junta del Banco de Japón (BoJ), ha señalado que el organismo ya no tiene un cronograma vinculante para cumplir su meta de inflación, y ha reconocido que ha dejado de lado su promesa de alcanzar el objetivo sobre la misma en dos años.
El Banco de Japón ha pospuesto el cronograma del objetivo en seis ocasiones desde que lo fijó en 2013, como consecuencia de que las lecturas de precios siguen muy bajas, pese a años de medidas de enormes estímulos. La más reciente fue en una reunión de directiva del mes de julio, aplazándola para 2019/2020.
Los altos funcionarios del Banco de Japón, incluyendo al gobernador Haruhiko Kuroda, han atenuado su compromiso con el cumplimiento de la meta en un plazo definido con antelación, desde que cambiaron el marco de política del organismo nipón en 2016, a uno que se adapta mejor a la larga batalla contra la deflación.
Sin embargo, el comentario de Funo ha sido el primero que ha ofrecido un miembro de la directiva al reconocer públicamente que el Banco de Japón ha renunciado a un cronograma vinculante para su meta.
Después de reunirse con los líderes de negocios en Sapporo, en el norte de Japón, Funo ha comentado a la prensa que no prevé que los precios vayan a subir con fuerza en cualquier momento cercano.
Asimismo, ha señalado que entiende que «bajo el actual marco de políticas, no tenemos un plazo de dos años para cumplir la meta (…) Todavía nos comprometemos a alcanzar el objetivo de precios en la fecha más cercana posible. Pero no creo que necesitemos un cronograma fijo para lograrlo».