Moody’s ha rebajado la perspectiva de la banca española de “positiva” a “estable”, ante la presión que ejerce en el sector un contexto prolongado de bajos tipos de intereses y la caída de la actividad bancaria en España.
La agencia de calificación ha publicado un informe sobre la solvencia de la banca española, en el que ha rebajado su perspectiva a pesar del crecimiento “sólido” de la economía y su impacto positivo en el desapalacamiento y en la calidad de activos del sector financiero.
Alberto Postigo, analista senior de Moody’s, ha señalado que la rentabilidad de las entidades financieras españolas está “cada vez más” cuestionada por los bajos tipos de interés y el desendeudamiento, lo que está afectando negativamente las ganancias antes de provisiones.
La agencia de calificación prevé que el saldo de los activos inmobiliarios adjudicados, que ha crecido de forma constante desde el año 2009, se va a reducir levemente ante la mejora del sector inmobiliario al calor de la recuperación de la economía.
Sin embargo, Moody’s ha advertido que la presión sobre el margen de intereses de los bancos se ha visto agravada por la reducción del nivel de la actividad bancaria por la menor demanda solvente de crédito.
Moody’s ha valorado que el crecimiento del PIB español en el primer trimestre de 2016 es lo suficientemente fuerte, pero ha destacado que está impulsado por los bajos precios del petróleo, unas condiciones de financiación favorables y el aumento del turismo.
En este sentido, Moody’s ha advertido que la economía de España cuenta con un perfil de crecimiento “más cíclico que estructural”, por lo que se espera que se debilite, pasando de crecer un 3,4% en el primer trimestre del año al 2% en 2017.