De acuerdo con la última edición del informe retail de España, elaborado por Savills Aguirre Newman, España contará con 260.524 metros cuadrados de nueva superficie comercial innovadora este año, en el que se desarrollarán 10 nuevos proyectos de centros comerciales.
Al mismo tiempo, la consultora estima que el ‘pipeline’ de inversión, sobre centros comerciales que podrían ser objeto de venta será de 2.500 millones de euros.
No obstante, según el informe, la ralentización económica mundial y el auge del e-commerce tenderán a provocar que los inversores internacionales se encuentren en modo ‘wait and see’, principalmente, por la influencia de la evolución de los centros comerciales en los mercados de origen de los inversores principales en este segmento, sobre todo, en Reino Unido y Estados Unidos.
En este sentido, se prevé que en 2019 los niveles de inversión sean inferiores a los registrados en los dos años anteriores, al tiempo que se producirá un ajuste al alza de los ‘yields’, según la consultora.
Dentro del ‘pipeline’ de 2.500 millones de euros, identificado por Savills Aguirre Newman, se incluye Intu, compuesto por cuatro centros comerciales valorados en, aproximadamente, 1.000 millones de euros. Sin embargo, el producto principal de inversión de este ‘pipeline’ se compone, mayoritariamente, por centros no ‘prime’, parques comerciales, carteras de supermercado e hipermercados y centros dominantes en ubicaciones secundarias.
Por otra parte, la demanda de inversión, según la consultora, tenderá a enfocarse en centros pequeños de conveniencia, anclados en una superficie de alimentación y parques ‘prime’ y secundarios, es decir, centros de proximidad con elementos de conveniencia que no estén tan afectados por el comercio electrónico.
También se ha conocido que la actividad del sector manufacturero español rozó el estancamiento en el mes de mayo como consecuencia de la debilidad de la demanda internacional, así como de la cautela a raíz de las recientes elecciones, lo que condujo al deterioro de la demanda interna y a una pausa en la contratación, según el índice de gerentes de compras (PMI) del sector manufacturero, que se situó en 50,1 puntos, frente a los 51,8 de abril.
«Las recientes elecciones han provocado cierta cautela entre las empresas en España, lo que incitó un deterioro de la demanda interna y especialmente de las carteras de pedidos de los fabricantes en mayo», indicó Paul Smith, economista de IHS Markit, quien señaló también la incidencia del difícil entorno de demanda internacional, «ya que la demanda procedente de los principales mercados europeos, especialmente del sector automotriz alemán, está decayendo».