El Gobierno parece que se guarda un as en la manga en la nueva norma para limitar el gasto público que tiene previsto presentar después de las elecciones locales y autonómicas del 22 de mayo. Se trata de una subida de impuestos que mediante la nueva regla permitirá a la Administración central y a los ayuntamientos saltarse algunos recortes del gasto público. La norma deja una vía de escape al Estado y a los ayuntamientos. Así el Gobierno abre la puerta a subidas de impuestos para evitar recortes.
El Ejecutivo ha explicado a la Comisión Europea, “de acuerdo a la nueva regla, con carácter general, el gasto de las Administraciones Públicas, presupuestado y ejecutado, no podrá superar la tasas de crecimiento a medio plazo, de referencia de la economía española”. Pero matiza que “si se adoptan cambios normativos que supongan un aumento permanente de los ingresos, el crecimiento del gasto podrá superar lo establecido por la regla por la recaudación que se obtenga por esa vía”.
De esta forma la futura ley evita “especialmente los comportamientos procíclicos” de los pagos públicos, permite paradójicamente sortear la austeridad si es a costa de subir impuestos. En otras palabras: la ley deja una vía abierta a las administraciones para que se salten los límites a los pagos y que sigan gastando dinero público si a cambio, cargan la factura sobre los bolsillos de los españoles.