S&P Global Ratings ha indicado que es «probable» un impacto del brote de coronavirus en la industria automovilística de China y en el sector del alquiler de vehículos en el primer trimestre de este año, porque varias fábricas seguirán cerradas hasta que la epidemia comience a remitir.
Como consecuencia, la producción anual de coches en China se podría ver reducida hasta un 2%.
La agencia de calificación crediticia ha dicho que, a pesar de ser demasiado pronto para predecir el impacto del virus en la producción de vehículos de China, este podría suponer una disminución «significativa» del volumen de automóviles ensamblados si se compara con el mismo trimestre del año pasado.
Además, la demanda se podría ver afectada en los próximos meses, aunque los analistas han apuntado que «podría recuperarse una vez la epidemia esté bajo control».
De esta forma, como en las provincias más afectadas por el virus se concentran casi la mitad de la producción de vehículos en China, el volumen total anual podría disminuir entre un 1% y un 2%, dependiendo de cuándo se incorporen los trabajadores.
Actualmente, las factorías están cerradas por la festividad del Año Nuevo Lunar, pero varias compañías han anunciado que sus trabajadores no volverán a sus puestos hasta que remita el virus.
La mayor parte de los fabricantes de automóviles de China tienen una perspectiva de calificación estable, aunque los balances de algunos grupos se pueden ver afectados debido a la demora en la reanudación de la producción. En el caso de las empresas de alquiler de vehículos, la demanda puede verse afectada por la bajada del tráfico en el país.
La agencia de calificación ha señalado que «la normalización de la producción también llevará algún tiempo» y ha insistido en que las ventas de automóviles van a caer en los próximos meses.