La agencia de calificación crediticia Fitch ha confirmado este martes la nota ‘B-‘ de Grecia para su deuda a largo plazo, con perspectiva ‘estable’.
Fitch considera que Grecia está en camino de corregir sus problemas macroeconómicos, y que el resto del rescate financiero al país heleno se entregará sin retrasos por parte de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
«Grecia está en vías de acabar con sus prolongados desequilibrios macroeconómicos y no se han producido nuevos retrasos de larga duración en los desembolsos por parte de la UE y el FMI«, señala la agencia, que confía en que las actuales negociaciones al respecto entre la Troika y Atenas desemboquen en un acuerdo satisfactorio antes de finales de año.
En este sentido, la calificadora de riesgos apunta que, a corto plazo, Grecia tiene cubiertas sus necesidades de financiación hasta febrero de 2014 y, aunque admite que el plan de asistencia registra un desajuste de unos 11.000 millones de euros para el periodo 2014-2015, considera que existen diversas opciones a disposición de las partes para afrontar esta circunstancia.
Por otro lado, los analistas de Fitch sostienen que la capacidad de la economía griega de ajustarse y recuperarse resulta crucial para restaurar la solvencia de la deuda soberana.
A este respecto, Fitch aprecia una ralentización de la contracción de la economía, así como una cierta pausa en la destrucción de empleo, lo que ha llevado a la agencia a revisar sus pronósticos de crecimiento del PIB para Grecia a un -4% este año, frente a una caída del 4,3% anteriormente estimada, mientras que mantiene su previsión de un repunte del 0,5% para 2014, tras seis años en recesión.
«Una recuperación económica sostenida dependerá del éxito de las reformas estructurales», advierte Fitch, que destaca los avances en la reforma del mercado laboral y en la estabilización del sector financiero, aunque recuerda que algunas reformas clave han encontrado una fuerte resistencia.
Asimismo, Fitch entiende que existe un importante riesgo de tipo político en Grecia, ya que la coalición que forma el Gobierno posee una reducida mayoría parlamentaria, y un próximo Gobierno podría estar en contra de los recortes, si bien últimamente la coalición Syriza ha suavizado sus ideas sobre la salida del euro del país heleno.