Las acciones japonesas subieron el pasado viernes a su máximo cierre registrado desde noviembre del año 2007, mientras que el yen reportó una caída a mínimos en casi siete años contra el dólar, luego de que el Banco de Japón (BoJ) estableciera nuevas medidas de flexibilización como prevención para acelerar la inflación.
El Nikkei reportó un alza de un 4,8 por ciento luego de que el BOJ anunciara una compra de acciones de fondos negociados en la bolsa y fondos de inversión inmobiliaria, lo que permitirá extender la duración de su cartera de bonos soberanos e incrementar el ritmo al que crece la base monetaria, con el objetivo de adelantarse a la manifestación de riesgos.
Junko Nishioka, economista jefe de RBS Securities Japan, ha señalado que “fue una sorpresa total que el Banco de Japón relajó adicionalmente su política dado que los ejecutivos del BOJ no habían expresado tales opiniones pesimistas últimamente. La medida al parecer vino en respuesta a la debilidad subyacente de los precios”.
El economista considera que esta medida será eficaz, lo que ayudará a impulsar los precios de las importaciones y a llevar la inflación cerca de la meta del BOJ.
De acuerdo a unos datos publicados el mismo viernes, la inflación anual al consumidor de Japón se desaceleró en septiembre, por segundo mes consecutivo, sumándose a las expectativas de que el BOJ podría incumplir su objetivo de precios.
Por otra parte, el referencial MSCI de acciones asiáticas no japonesas agregó el viernes un 0,7 por ciento, y está en camino a alcanzar unas ganancias semanales y mensuales de más de un 2 por ciento.
En lo que respecta a los mercados de divisas, el dólar cotizó a 110,59 yenes, reportando un alza del 1,3 por ciento en el día después de avanzar hasta 110,69 unidades.