Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, ha advertido sobre la vulnerabilidad de la Unión Europea ante la inflación y las tensiones geopolíticas que vive el continente, con la subida de los precios y la guerra en Ucrania.
Así lo manifestó en la mesa redonda del Foro La Toja del sábado, en la que ha señalado que la apertura económica de Europa ha supuesto una «gran ventaja para ganar productividad» en el continente pero ahora mismo «ha pasado a convertirse en un elemento de vulnerabilidad».
«Europa se enfrenta al doble riesgo proveniente de una elevada integración en las cadenas globales de valor y, al mismo tiempo, de esa elevada dependencia en determinadas importaciones y exportaciones, inversiones financieras e infraestructuras de pago», ha añadido el gobernador del Banco de España.
En concreto, ha señalado las dependencias de la Unión Europea en el ámbito energético, ya que «Europa importa el 60% de energía», o en el tecnológico, con escasez de producción de semiconductores y otros productos como ordenadores.
Para reducir las vulnerabilidad de la UE, De Cos ha enumerado tres tipos de políticas. Un primer conjunto de medidas tendría como objetivo evaluar las dependencias y las vulnerabilidades a las cadenas de suministro y aumentar la resiliencia del sistema industrial europeo.
En segundo lugar, De Cos ha afirmado que hay que proteger a los países de la Unión Europea de posibles comportamientos abusivos adoptados por terceras economías, con medidas como, por ejemplo, monitorizar los flujos de inversión extranjera directa provenientes de terceros países y las destinadas también a limitar las acciones positivas a las que pueden verse sometidas las empresas europeas.
Por último, la tercera política permitiría preservar la igualdad de condiciones a nivel internacional, compensando las ventajas competitivas a las que podrían enfrentarse las empresas de la Unión Europea debido a las políticas medioambientales y de ayudas estatales menos estrictas por terceros países.