La inflación de la eurozona se ha elevado un 1,5 por ciento durante el pasado mes de agosto, su nivel más alto en cuatro meses, lo que alienta las expectativas de que el Banco Central Europeo (BCE) comience a retirar su política monetaria ultraflexible.
La oficina europea de estadísticas Eurostat ha indicado que los precios al consumo en la eurozona se han elevado un 1,5 por ciento interanual en el mes de agosto, en comparación al 1,3 por ciento registrado en julio y por encima de las previsiones del mercado de un aumento en torno al 1,4 por ciento.
De acuerdo con lo que han señalado los especialistas, se trata del dato más alto que se ha alcanzado desde abril, cuando la inflación fue del 1,9 por ciento, cumpliendo el objetivo del Banco Central Europeo de un dato cercano, pero por debajo del 2 por ciento.
Si se excluyen los componentes más volátiles, como los alimentos no procesados y la energía, un indicador que es seguido de cerca por el Banco Central Europeo, la inflación se mantuvo estable en el 1,3 por ciento durante el mes de agosto, frente a las expectativas que tenía el mercado de un descenso del 1,2 por ciento.
Estos datos de la inflación, que se encuentran por encima de lo esperado por los analistas, probablemente va a incrementar las posibilidades de un endurecimiento de la política monetaria del Banco Central Europeo en los próximos meses.
El BCE tiene previsto celebrar la semana próxima su reunión de política monetaria.