El PIB de Francia ha caído un 13,8% en el segundo trimestre del año.
Los analistas han apuntado que se trata del peor registro desde la Segunda Guerra Mundial, porque el consumo, la inversión y el comercio han caído como consecuencia del confinamiento para contener el brote del coronavirus, aunque el descenso ha sido menos profundo de lo esperado.
La contracción en la segunda economía más grande de la zona del euro ha sido más pronunciada que el 10,1% comunicado por Alemania, donde las autoridades han mantenido bajo control el aumento de las muertes relacionadas con el coronavirus y no se vieron en la necesidad de imponer un confinamiento tan estricto como el de Francia.
El cierre de Francia se aplicó de forma rigurosa hasta el 11 de mayo, con el cierre de las tiendas no esenciales, y se levantó gradualmente en el transcurso del segundo trimestre del año, permitiéndose la apertura de cafés y restaurantes el 2 de junio.
No obstante, la contracción de la economía no ha sido tan severa como el 17% previsto a principios del mes de julio por la oficina nacional de estadísticas INSEE y la reducción del 15,3% apuntada por un grupo de analistas encuestados por la agencia Reuters.
Ludovic Subran, el economista jefe de Allianz, ha publicado en la red social de Twitter que “¡no está tan mal! Esperábamos un -16% pero el desconfinamiento salvó el día”.
El INSEE también ha ajustado a la baja, al 5,9%, desde el 5,3%, la caída del PIB en el primer trimestre del año, que ha incluido una quincena de confinamiento, decretado desde el 17 de marzo.
Los expertos han apuntado que se trata del tercer descenso consecutivo del PIB, en una recesión que comenzó en el cuarto trimestre del año pasado, cuando las huelgas nacionales trajeron como consecuencia una reducción del 0,2% la producción nacional.