El coste neto total por trabajador bajó un 0,7% en 2012 con respecto al año anterior, hasta situarse en 30.667,4 euros, según señala la Encuesta Anual de Coste Laboral elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Si se tienen en cuenta las subvenciones y deducciones públicas, que ascendieron a 238,12 euros en 2012, el coste bruto por trabajador alcanzó los 30.905,55 euros el año pasado, con un descenso anual del 0,8% respecto al ejercicio 2011.
El 73,3% del coste bruto lo constituyeron sueldos y salarios, por un importe de 22.635,56 euros por trabajador, mientras que las cotizaciones a la Seguridad Social supusieron el 22,2% del total, hasta 6.859,44 euros.
Además de estas partidas, 519,97 euros anuales se destinaron a beneficios sociales por trabajador (cotizaciones voluntarias a seguros y planes de pensiones, prestaciones complementarias a la Seguridad Social, etc); 321,59 euros a otros gastos derivados del trabajo (indemnizaciones por fin de contrato, ropa de trabajo, transporte, etc); 466,65 euros a indemnizaciones por despido, y 102,34 euros a formación profesional.
En el año pasado, el 95,5% de las empresas españolas establecía las condiciones de sus empleados mediante convenios colectivos, que afectaban al 88,9% de los trabajadores. Por otra parte, en el 4,1% de los centros de trabajo, que englobaban al 11,2% de los trabajadores, se modificaron las condiciones laborales durante 2012.