La FED ha aprobado la normativa para garantizar que los bancos estadounidenses mantengas fuertes posiciones de capital para poder continuar prestando a hogares y empresa solventes. Esta normativa exige un ratio mínimo de capital del 7% a las entidades.
Además, se minimiza la carga sobre las instituciones financieras más pequeñas y menos complejas, así como establece un marco regulador que trate las deficiencias en los requisitos de capital para los grandes grupos bancarios con presencia internacional.
De esta manera, se implementa en Estados Unidos la reforma sobre la regulación de capital Basilea III aprobada por el Comité de Basilea de Supervisión Bancaria, así como los cambios exigidos por la Ley de Protección del Consumidor y la Reforma de Wall Street Dodd-Frank.
El nuevo marco regulador insta a todas aquellas entidades que supervisa un nuevo ratio mínimo de capital Tier 1 respecto a los activos ponderados por riesgo del 4,5%, unas provisiones del 2,5% respecto a estos mismos activos.
Para todas las organizaciones bancarias, eleva el ratio mínimo de capital Tier 1 respecto a los activos ponderados por riesgo del 4% al 6% e incluye un ratio mínimo de apalancamiento del 4%.