El brote del coronavirus podría llevar a la deuda y el déficit público de Italia a niveles vertiginosos, debido a que la economía sigue paralizada, y al aumento del gasto público para apoyar a empresas y hogares.
De acuerdo con los nuevos presupuestos, adoptados el viernes en el consejo de ministros de Italia y que serán sometidos ante el Parlamento, la tercera economía de la eurozona va a registrar una fuerte recesión este año, con una caída estimada del Producto Interior Bruto (PIB) de 8%.
El déficit público de Italia podría alcanzar el 10,4% del PIB, contra el 2,2% anticipado antes de la pandemia y el 1,6% registrado al cierre del año 2019.
Además, se prevé que la deuda pública aumente hasta el 155,7% del PIB este año, frente al 135,2% previsto antes de la crisis y el 134,8% en 2019.
No obstante, Roma espera que la situación mejore el próximo año, con un crecimiento de 4,7% del PIB, y una reducción del déficit a 5,7% y de la deuda pública a 152,7%, niveles que son de por sí extremadamente elevados.
La Comisión Europea ha suspendido las normas de disciplina presupuestaria, entre ellas la famosa regla de los déficits públicos inferiores al 3% del PIB, para que los Estados miembros puedan hacer frente a las consecuencias económicas derivadas de la crisis sanitaria.
La deuda de Italia, que se ubica en más de 2,4 billones de euros, está desde algún tiempo en el punto de mira. La agencia de calificación Standard & Poor’s ha informado que podría bajar la nota del país en un corto plazo, al igual que Moody’s.
La economía italiana se ha visto afectada por el brote del coronavirus y las medidas de confinamiento que ha impuesto el Gobierno para frenar su expansión.
Italia es el país de Europa que más ha sufrido por el coronavirus, con aproximadamente de 26.000 fallecidos y más de 190.000 casos.
El desconfinamiento de Italia tendría que hacerse en cuatro etapas, la primera de ellas comenzará hoy lunes, de acuerdo a lo que han informado los medios de comunicación.