El PIB de la eurozona se ha expandido un 0,4% en el primer trimestre del año, lo que supone una ralentización de su ritmo de crecimiento, porque a finales de 2017 aumentó un 0,7%.
La oficina de estadística europea, Eurostat, ha explicado que en el conjunto de la Unión Europea la economía ha crecido un 0,4% entre los meses de enero y marzo, dos décimas menos que el trimestre anterior.
Si se compara la evolución respecto a un año antes, el incremento del PIB de la eurozona ha sido del 2,5%, tres décimas menos que en el periodo octubre-diciembre de 2017, mientras que en el conjunto de la Unión Europea el aumento ha sido del 2,4%, también tres décimas menos que el trimestre anterior.
Los analistas han indicado que se trata de la primera estimación del PIB del primer trimestre de Eurostat, que prevé ofrecer una segunda estimación el 15 de mayo y publicará los datos desagregados a principios de junio.
Si se llega a confirmar este frenazo, se apoyaría la tendencia anticipada por el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, que la semana pasada advirtió de que se está dando «alguna moderación» en el crecimiento de la zona del euro. Esta «pérdida de ímpetu», dijo, se ha visto en todos los países de la zona del euro y en todos los sectores de la economía, tales como los servicios, la manufactura, la construcción, la producción de bienes de capital y los indicadores de confianza.
Los especialistas consideran que este frenazo es consecuencia de factores temporales.
En este sentido, Capital Economics ha explicado en una nota que «incluyendo clima un inusualmente frío, trabajadores en huelga e incluso un brote de gripe. Dado el alto nivel de confianza del consumidor, sospechamos que el crecimiento del consumo aumentará en el segundo trimestre y ayudará a impulsar el crecimiento trimestral del PIB al 0,5 o el 0,6%».
Entre los meses de enero y marzo de este año, la economía en España creció un 0,7%, en línea con el trimestre anterior, aunque frenó su ritmo de aumento interanual, hasta una tasa del 2,9%.