La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha señalado que Italia sufrirá una contracción del 0,2% en 2019, y registrará un déficit del 2,5% del PIB, por encima del 2,04% previsto por el Gobierno.
Las nuevas previsiones de la OCDE para Italia contemplan una caída de la actividad económica del 0,2% en 2019 y una expansión del 0,5% en 2020, cuando en su estimación anterior anticipaba un crecimiento del 0,9% para este año y el próximo.
La tasa de paro de Italia cerrará el 2019 en el 12% y subirá una décima el año que viene, mientras que el déficit presupuestario incumplirá las previsiones del Gobierno italiano, situándose en el 2,5% en 2019 y el 3% el próximo año.
El organismo internacional ha advertido que Italia se enfrenta al doble reto de reactivar el crecimiento y hacerlo más inclusivo mientras que logra embridar la trayectoria de la deuda pública, que en 2019 alcanzará el 134% del PIB y subirá al 135% un año después.
La OCDE ha señalado que «Italia continúa sufriendo de problemas sociales y económicos de larga duración» y ha recordado que los estándares de calidad de vida en términos de PIB por habitante se mantienen en niveles similares a los del año 2000 y un 8% por debajo de los máximos registrados antes de la crisis.
El informe del organismo apunta que «abordar los retos estructurales de Italia requiere de un paquete multianual de medidas para lograr un crecimiento más fuerte e inclusivo, así como para restaurar la confianza en la capacidad reformadora del país».
En este sentido, los expertos han hecho un llamamiento al Gobierno italiano para que no den marcha atrás en las medidas adoptadas en años anteriores, subrayando la importancia de impulsar la credibilidad fiscal de Italia estableciendo un plan a medio plazo en el marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE con el objetivo de elevar el superávit primario.
Para finalizar, la OCDE ha dicho que es necesario que Italia complete las reformas de los bancos cooperativos y mutuas, y que finalice el régimen de insolvencia.