La actividad manufacturera de China ha logrado en noviembre su mayor avance mensual desde diciembre de 2016, según indica el índice de gestores de compras (PMI) de Caixin y IHS Markit, que se ha incrementado en 51,8 puntos desde los 51,7 de octubre.
El último repunte de la situación del sector manufacturero chino se vio apoyado en parte por los nuevos encargos para los fabricantes chinos, con un sólido incremento de los nuevos pedidos recibidos y un aumento de las exportaciones por segundo mes consecutivo, lo que representa la primera mejora en dos meses seguidos de los nuevos pedidos desde principios de 2018.
Asimismo, después de siete meses consecutivos a la baja, el empleo de las fábricas chinas se mantuvo estable, aunque persistieron las presiones sobre la capacidad. De este modo, para hacer frente a la mayor producción, las empresas aumentaron su capacidad compradora con la mayor intensidad desde enero de 2018.
«El sector manufacturero de China continuó recuperándose en noviembre, con aumentos de la demanda interna y extranjera», declaró Zhengsheng Zhong, director de Análisis Macroeconómico de CEBM Group, para quien, si las negociaciones comerciales entre China y EEUU progresan, la confianza empresarial puede restaurarse de manera efectiva, lo que provocaría una «sólida mejoría» de la producción y la inversión.
No obstante, desde Capital Economics, Julian Evans-Pritchard se muestra escéptico respecto de que el dato de noviembre representa un cambio decisivo en la actividad manufacturera.
Según Evans-Pritchard, «aunque seguimos siendo escépticos de que la actividad sea casi tan fuerte como implica el PMI Caixin, la mejora sincronizada en los datos de la encuesta apunta hacia un repunte en el crecimiento», si bien no cree que el dato represente el fondo del actual ciclo económico descendente.