El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, prevé que la economía de Japón experimente una «firme recuperación» durante 2017, a medida que disminuyan las tendencias desfavorables para los mercados.
Así se ha pronunciado el principal responsable de la política monetaria de Japón, lo que confirma la previsión de los mercados financieros de que el BoJ no expandirá sus estímulos monetarios en el corto plazo.
Kuroda, no obstante, entiende que, «si fuese necesario», el organismo todavía puede hacer «muchas cosas» para estimular el crecimiento de Japón, lo que contradice la opinión de algunos analistas que consideran que el BoJ se ha quedado sin munición después de tres años de estímulos a la economía.
Entre estas medidas, el Consejo de Política Monetaria del banco central presentó el pasado mes de septiembre una novedosa modificación de su programa de activos, que desde entonces consiste en comprar deuda soberana con el objetivo de mantener la rentabilidad del bono nipón con vencimiento a diez años en niveles cercanos al 0%, lo que denominan «control de la curva de rendimiento».
A pesar de defender la capacidad de actuación de la institución que dirige, Kuroda espera que la revitalización de la economía global, el alza de los precios de las acciones japonesas y la depreciación del yen, permitan a la economía nipona mantener una firme recuperación en 2017. «En general, tanto la economía global como la japonesa están avanzando en una dirección positiva y más atractiva», aseveró el gobernador del BoJ.
Respecto al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, Kuroda descarta que la nueva Administración norteamericana implante medidas extremas, tales como la restricción al comercio, ya que perjudicarían a la economía estadounidense y a la de sus rivales comerciales.
Por otro lado, Kuroda no ha confirmado su disposición a cumplir un segundo mandato al frente del BoJ, después de que el actual expire en abril de 2018.