La confianza de los consumidores retrocedió ligeramente en agosto respecto a julio debido al empeoramiento de sus expectativas a seis meses, ya que temen que la economía y el mercado de trabajo puedan deteriorarse, aunque no esperan cambios en la situación de sus propios hogares a corto plazo.
El índice de confianza del consumidor (ICC), difundido este martes por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), bajó en agosto a 91,6 puntos, frente a los 91,9 puntos del mes anterior, aunque está muy por encima de los 49,9 puntos de agosto de 2020.
De los dos subíndices que conforman el ICC, el índice de expectativas cayó de 110,3 a 105,2 puntos, mientras que el índice de situación actual subió de 73,6 a 77,9 puntos.
Adicionalmente, ha habido un descenso de las expectativas de ahorro de los consumidores, que tampoco prevén un futuro aumento de los tipos de interés, pero que sí temen un repunte de la inflación.
No obstante, las perspectivas de consumo no han cambiado y se mantienen exactamente igual que en el mes de julio.
Dentro del índice de expectativas ha sido peor la evolución de la valoración del mercado de trabajo a seis meses, que cayó 7,9 puntos, en tanto que la valoración del futuro de la economía bajó 5,8 puntos y la futura evolución de la situación de los hogares siguió prácticamente igual, con un ligero descenso de 1,5 puntos.
Dentro del índice de situación actual subió la valoración de la situación económica 8,4 puntos y la del mercado de trabajo 7,1 puntos, mientras que la de los hogares perdió 2,5 puntos.