La industria del automóvil de Reino Unido ha alertado sobre las posibles consecuencias de un ‘Brexit‘ sin acuerdo.
A menos de ocho meses de que Reino Unido abandone la Unión Europea, la primera ministra, Theresa May, no ha ofrecido con claridad una propuesta para mantener las relaciones económicas con el bloque que complazca a ambos bandos de su dividido partido y sea aceptable para los negociadores en Bruselas.
May ha intensificado la planificación cautelar de un llamado ‘Brexit’ “sin acuerdo”, es decir, sin pactar los términos con sus socios europeos, un paso que podría afectar de forma negativa a los mercados financieros y trastornar los flujos comerciales en toda Europa y más allá.
Mike Hawes, director ejecutivo de la Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Automóviles (SMMT), ha señalado que los fabricantes de automóviles están cada vez más preocupados por la forma en que el Reino Unido saldrá de la Unión Europea.
Esta situación ha aumentado la posibilidad de que Reino Unido abandone la zona del euro sin ningún acuerdo y recurra a las normas de la Organización Mundial del Comercio, lo que podría traer como consecuencia que los exportadores de automóviles británicos se enfrenten a aranceles de importación de la Unión Europea del 10 por ciento.
Hawes ha señalado que “sin acuerdo… simplemente no es una opción. Sería seriamente dañino para la industria no solo en Reino Unido, sino también en Europa”.
Desde la SMMT han indicado que está en juego el futuro de una de las pocas historias de éxito de fabricación de Reino Unido desde la década de 1980: una industria del automóvil que emplea a más de 850.000 personas y genera una facturación anual de 110.000 millones de dólares (93.991 millones de euros).
Gran parte de la industria es propiedad de empresas extranjeras y los mayores fabricantes de automóviles del mundo, entre ellos Toyota, BMW y Ford, han hecho un llamamiento a Reino Unido para garantizar la importación y exportación sin barreras después del Brexit.
