Acarl, la patronal de las cajas de ahorros, ha pactado con los sindicatos ( CCOO, UGT y CSICA) una subida salarial del 1% para 2017 y del 1,25% para 2018 tras firmar el convenio colectivo del sector.
Adicionalmente, el acuerdo establece un aumento «fuera de tablas» del 0,25% en función de si hay beneficios y reparto de dividendo en la entidad y otro 0,25% si la rentabilidad del banco es igual o superior al 6%
En el supuesto de que la rentabilidad de la entidad sea igual o superior al 10%, los trabajadores recibirán un 0,25% más en 2017 y un 0,5% en 2018.
El acuerdo, que se ha cerrado tras 18 meses de negociaciones y que ha sido respaldado por el 85,13% de los trabajadores del sector, recoge la congelación salarial para los ejercicios 2015 y 2016.
Por otra parte, el convenio regula la contratación de inicio con el fin de acabar con la precariedad laboral y establece un salario mínimo de entrada de 15.000 euros anuales el primer año y de 16.500 euros al año el segundo.
Además, se ha reducido en una hora las jornadas laborales de los jueves, que concluirán a las 19.00 horas, con lo que se fomenta la conciliación de la vida laboral y familiar, y se han mejorado los permisos de conciliación y de vacaciones.
También se ha incluido en el convenio una cláusula de garantía de empleo que hace que los procesos de reestructuración «se acometan sin el ‘tic tac’ de los procesos formales», según ha explicado José María Martínez, de CC.OO.
Así, el objetivo será que se alcance un acuerdo entre las partes y las medidas de salida sean «lo menos agresivas posible». «Es necesario que haya un marco regulador que garantice que esto se puede hacer con flexibilidad. Es algo que hay que poner en valor y que va a contracorriente de muchas reformas que se han instaurado, como la laboral», ha indicado. Asimismo, se ha pactado bonificar los suelos de las hipotecas, que ahora se encontraban en el 1,5%.
De este modo, el año que viene pasarán al 0,9% y en 2018 al 0,5%. «No parecía lógico que con el Euríbor en negativo los trabajadores del sector de cajas tuvieran unas hipotecas más caras que los clientes», ha afirmado Martínez, quien ha precisado que esta medida afecta a dos tercios de la plantilla, sobre todo a los más jóvenes.