La Administración de Estados Unidos ha defendido su plan de cancelación de la deuda de préstamos estudiantiles y ha dicho confiar en él ante el escepticismo del Tribunal Supremo y las críticas vertidas desde el bando republicano.
El ministro de Educación, Miguel Cardona, ha indicado así en un correo electrónico enviado a millones de prestatarios, en el que señala que el Gobierno ha presentado un «caso contundente» para apoyar las acciones de Biden al respecto.
«Nuestra Administración confía en las autoridades legales pertinentes para adoptar este plan y llevarlo a cabo, así que les decimos a nuestros oponentes que nuestro programa no puede siquiera ser llevado ante la justicia», ha aseverado Cardona.
Sus palabras llegan a medida que millones de prestatarios permanecen en un limbo mientras esperan a que el Supremo decida si cancelar las deudas de los estudiantes que así lo han solicitado, que ascienden a unos 20.000 dólares (unos 18.700 euros).
Fuentes de la Casa Blanca, que han supervisado los argumentos esgrimidos por ambas partes, han mantenido la postura de que prevalecerá la decisión del Gobierno y que las demandas presentadas no saldrán adelante.