José María Roldán, el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB) y del Centro de Finanzas Sostenibles y Responsables de España (Finresp), ha subrayado el valor de la sostenibilidad, incluso en el complejo contexto geopolítico actual.
Así lo ha señalado durante su discurso de inauguración del Encuentro Finresp 2022, el último como presidente del centro de finanzas sostenibles y el penúltimo como responsable máximo de la AEB, tras anunciar que no optaría a un tercer mandato como presidente de la patronal bancaria.
En concreto, Roldán ha afirmado que ha escuchado «alguna voz» en los últimos días que indican que el conflicto en Ucrania «en el fondo demuestra que las cosas que importan son los equilibrios geopolíticos, los peligros de guerras, que el mundo se rompa en bloques» y que, en cambio, «la sostenibilidad parece que es un lujo».
Sin embargo, ha rechazado esta idea y ha defendido «multitud de razones» por las que la transición hacia la sostenibilidad «importa». En primer lugar, ha destacado que lograr ser sostenibles implica «disminuir la dependencia energética de España, de la Unión Europea e incluso, casi de cada hogar», al alcanzar una «autonomía» en un «mundo complejo y polarizado».
Además, ha resaltado que este proceso debe realizarse «sin acelerones y sin retrocesos» y ha recordado que va a haber «muchas cosas que van a distraer» de los objetivos marcados a 2030 y a 2050.
«La sostenibilidad, precisamente en estos momentos de turbulencia, tiene más sentido que nunca» ha agregado Roldán, quien también ha destacado el papel del sector financiero para acompañar a grandes empresa y pymes en el proceso.
No obstante, Roldán ha precisado la importancia de contar con «un poco de realismo», ya que las metas de sostenibilidad «suponen costes» de transición, con estrategias de «decrecimiento». «No nos debería asustar», ha afirmado, puesto que «estamos hablando de un crecimiento mejor».
También ha pedido que exista «cooperación internacional», a pesar de que ahora resulte más compleja por la invasión rusa a Ucrania. «Tenemos que encontrar la manera de que, en mitad de estas turbulencias, nos pongamos de acuerdo», incluyendo a países como Rusia, China o India.
«La sostenibilidad no es posible sin un acuerdo con los grandes bloques, del G7, de Rusia, de China, de India», ha expresado concretamente.
También ha pedido concreción, contando con «menos apóstoles y más fontaneros del cambio climático» y ha llamado a contar con una taxonomía europea para el sector financiero, que sea común para todos los países, rechazando «subtaxonomías por cada estado».
Asimismo, ha señalado la necesidad de reconocer «los esfuerzos y la presión» que reciben el sector financiero y, en particular, el bancario. «Las pruebas de esfuerzo que el Banco Central Europeo va a poner en marcha son tremendamente exigente teniendo en cuenta que todavía no tenemos concreción ni siquiera científica de cómo medir muchos de los impactos», ha indicado Roldán.
Además, ha rechazado que el sector «pueda asumir» el cargo de «policía del cambio climático», ya que «socialmente es insostenible» para la industria financiera jugar ese papel.
Roldán ha puesto sobre la mesa la lucha contra el ‘greenwashing’, es decir, el lavado de imagen que hacen algunas compañías que «pretenden ser más verdes de lo que realmente son», al tiempo que ha alertado de los peligros del ‘greenbashing’, que conlleva criticar a las empresas «aunque se tenga una estrategia coherente, firme, anclada en el medio plazo».
El presidente de la Asociación Española de Banca, por último, ha señalado que el sector financiero va a atravesar en los próximos tres o cuatro años un periodo de incertidumbre, con mucha presión por parte de gobiernos, supervisores e inversores. Roldán ha pedido que no se dejen al margen en esta situación los criterios ESG (medioambiente, social, y buena gobernanza).