VidaCaixa se está preparando para unos tipos de interés bajos perpetuos, descartando la posibilidad de conseguir rentabilidad con ellos.
Javier Valle, el consejero director general de VidaCaixa, ha señalado que el actual nivel de las tasas se ha convertido en un fenómeno estructural.
Si moverse en un entorno así es un reto, desenvolverse en él sin perspectivas de que vaya a cambiar la situación resulta un desafío todavía mayor.
A pesar de ello, Valle ha explicado que VidaCaixa está adaptando la estrategia de negocio a esta realidad, para presentar una oferta atractiva a los ahorradores, que permita maximizar los retornos, aunque a costa de adoptar más riesgo.
Esta hoja de ruta incluye el refuerzo de la diversificación de la cartera enfocando a los activos alternativos y el lanzamiento de nuevos productos.
El consejero director general ha señalado que la entidad catalana está analizando la posibilidad de distribuir una hipoteca y otras innovaciones, como una propuesta de seguro de dependencia.
El propósito de VidaCaixa es repetir este año los resultados obtenidos en 2019, año en el que el grupo aumentó su beneficio neto un 20%, hasta los 795 millones de euros. Esta cifra se ha logrado no sólo por la fortaleza vendedora de la entidad, sino también por la gestión realizada.
En 2019, las primas de seguros y las aportaciones a planes de pensiones se incrementaron un 11,7%, a 12.060 millones, y los recursos totales que administra alcanzaron los 93.011 millones, lo que supone un 10,7% más.
VidaCaixa ha explicado que estas cifras parten de la revalorización de la cartera a la gestión activa desplegada por la entidad y que ha tomado beneficios de la positiva evolución de las bolsas mundiales y de las divisas.
En concreto, del patrimonio total, 54.755 millones se corresponden con seguros (+8,4%); 30.608 millones, a planes de pensiones y EPSV -entidades de previsión social voluntaria- (+15,2%), y 7.648 millones, a la filial portuguesa BPI Vida e Pensões (+10,4%).