El Banco de España ha señalado que las ventas de coches se verán afectadas por los mayores precios de los vehículos con menores emisiones.
Así lo reseña un artículo de su próximo Informe Trimestral de la Economía Española adelantado por el organismo y donde constata que las últimas caídas de las ventas se han visto afectadas por la entrada en vigor, en septiembre de 2018, de la normativa sobre emisiones contaminantes conocida como WLTP.
De acuerdo con lo que indica el estudio, las matriculaciones de vehículos a particulares han registrado un crecimiento a tasas interanuales del 5% entre comienzos de 2016 y mediados de 2018, cuando empezaron a resentirse para caer un 11% durante el 2019.
Los expertos han apuntado que su contracción fue «más intensa que la observada en el consumo de otros bienes duraderos» y han agregado que existe una clara relación entre ese comportamiento y la incertidumbre generada con la entrada en vigor de la nueva normativa.
El artículo señala que «la incertidumbre en el sector del automóvil se incrementó de manera muy notable a mediados de 2018, cuando la normativa WLTP estaba a punto de entrar en vigor», aunque también observa una reacción «ante la entrada en vigor de distintas formas de restricciones a la circulación en Madrid, Barcelona y otras grandes ciudades».
El Banco de España prevé que esta incertidumbre debería tener un «carácter transitorio» y «se disiparía cuando los agentes internalicen completamente los cambios normativos» permitiendo que las matriculaciones «recuperen un mayor dinamismo en el futuro».
Para apoyar esta tesis, el ente central ha dicho que los indicadores de opinión más recientes de la Comisión Europea muestran que los consumidores no han cambiado su intención de comprar un automóvil nuevo.
No obstante, el Banco de España ha advertido que «otros factores podrían hacer que persistiera la debilidad en las ventas de coches» y ha hecho referencia a «la falta de asentamiento de un paradigma tecnológico que reemplace al basado en el motor de combustión» y a que «las modificaciones regulatorias y los cambios tecnológicos podrían conllevar aumentos de precios» en los nuevos vehículos.