El Banco Mundial ha aprobado esta semana un préstamo para Bolivia de 200 millones de dólares (176 millones de euros), destinado a la gestión integral de riesgos de desastres y climáticos.
El director del Banco Mundial para Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela, Alberto Rodríguez, ha señalado que por primera en los últimos diez años Bolivia ha logrado calificar para este tipo de financiamiento de políticas públicas, que usualmente es aprobado sólo para países de medianos ingresos.
Rodríguez ha destacado que el 50% de los fondos aprobados provienen de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), en condiciones concesionales, y el 50% restante del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF).
Con frecuencia, Bolivia se ve afectada por las consecuencias de los desastres naturales, tales como inundaciones y sequías, con un fuerte impacto no sólo a nivel social, sino también económico. Debido a esto, en los últimos años la gestión del riesgo de desastres ha sido una prioridad en la agenda de desarrollo del país sudamericano.
Las inundaciones registradas en el año 2014 provocaron 50 muertos, 411.500 damnificados y daños materiales que rondan por los 384 millones de dólares (338 millones de euros) en los departamentos de Beni, Chuquisaca, Cochabamba, Potosí y La Paz.
Después de estos sucesos, el Gobierno de Bolivia comenzó a trabajar en un plan integral de reconstrucción y recuperación, con el objetivo de ayudar a las áreas afectadas por esos desastres, incluyendo también medidas de prevención y de reducción de riesgos.
El crédito del Banco Mundial también va a permitir que se desarrollen estudios de impacto ambiental del cambio climático en el occidente boliviano.