El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) no lo va a tener nada fácil para vender la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). En otras palabras, no atravesamos ni mucho menos por un buen momento para vender. Los inversores son más precavidos que nunca y la bolsa está demostrando una tendencia a la baja.
Lo cierto es que la CAM reúne todas las características para hacerla poco atractiva a los ojos de los inversores: es una entidad de un país europeo periférico, está lastrada profundamente por el ladrillo y forma parte del sistema financiero.
Recordemos que la CAM fue intervenida, a solicitud de sus directivos, por el Banco de España el pasado 20 de julio. Desde entonces, un equipo de interventores está haciendo esfuerzos para sanear la entidad de modo que pueda presentarse en venta al mejor postor.
En estos momentos, se está realizando una auditoría de todas las cuentas de la CAM, unas cuentas falseadas en parte por quienes fueron sus gestores hasta el pasado mes de julio.
La idea del Banco de España es que en septiembre, hechas las valoraciones pertinentes, un banco de inversión designado por la autoridad económica ponga la CAM en el mercado ofreciéndola a través de una subasta competitiva.