Bildu, el partido abertzale vasco, no ve con buenos ojos la fusión de las tres cajas de ahorros del País Vasco. Evidentemente, prefiere el sistema antiguo, por el que los políticos tenían más control sobre los órganos de gobierno de estas cajas.
A Bildu le interesa que las cosas sigan como estaban para así poder financiar sus programas políticos con los fondos de las cajas vascas.
Según Pello Urizar, representante de Bildu, se ciernes muchas dudas y oscuridades sobre la creación del Sistema Institucional de Protección (SIP), que integraría los activos y pasivos de Caja Vital, Kutxa y BBK.
Urizar insinuó malos augurios y puso en entredicho la suerte que pueden correr estas cajas si finalmente deciden unirse para bancarizar su negocio financiero.
Urizar dice temer por la continuidad de la obra social de Kutxa, Caja Vital y BBK; algo que los mismos dirigentes de las cajas se han apresurado a garantizar en más de una ocasión.
El representante de Bildu se inmiscuye en los estatutos de estas entidades cuando señala que no han definido cabalmente ni sus proyectos sociales ni su agenda de fusión.
Hay que indicar que Caja Vital, BBK y Kutxa decidirán en sus próximas asambleas generales si terminan por integrarse en un solo grupo y crean un banco comercial común, el Kutxa Bank.