Tanto la Asociación Española de Banca (AEB), como la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) han expresado su disconformidad con la penalización de los depósitos de elevada remuneración. El gobierno prevé instaurar esta medida y así lo ha puesto por escrito en el real decreto de recursos propios aprobado este mismo viernes.
Bancos y cajas de ahorros consideran que esta norma peca de intervencionista, aparte de que impide competir a las entidades españolas en pie de igualdad con sociedades extranjeras, como es el caso de ING y el Banco Espíritu Santo. La razón es que estas entidades foráneas están exentas de realizar aportaciones al Fondo de Garantías de Depósitos (FGD), un fondo común sostenido por bancos, cajas y otras sociedades de crédito con el fin de inyectar liquidez a las entidades financieras declaradas insolventes.
La propuesta de las entidades crediticias consiste en la formalización de unos umbrales de remuneración que fijarán las aportaciones al FGD en función de los tipos de interés. Sólo de esta manera, en su opinión, puede hacerse justicia en el sector de los pasivos.
Al parecer, el borrador elaborado por el Consejo de Ministros establece en el 2,934€ el depósito a plazo de tres meses, mientras que el depósito entre 4 meses y un año se fija al 3,214%. Para lo depósitos a plazo de doce meses o más, el umbral llega al 3,137%; y para los depósitos vista, se habla de un 2,233%.