Todos los inversores que algún día pusieron su dinero en la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) se han puesto de acuerdo para solicitar una fianza de 4,4 millones de euros a los antiguos directivos de la entidad alicantina.
Así mismo, la Plataforma CAM, responsable de esta iniciativa, reclama al mismo tiempo que se embarguen los depósitos que la caja tiene en bancos y fondos extranjeros. Y no contentos con ello exigen la imputación de los gestores que llevaron a la CAM a la bancarrota, lo que obligó a su intervención por parte del Banco de España.
La demanda abanderada por la Plataforma CAM ha sido presentada por unas 300 personas ante la Audiencia Nacional.
Con la fianza pretendida, los afectados quieren cubrir las pérdidas sufridas por haber comprado productos financieros ofrecidos en su momento por la CAM, tales como cuotas participativas, deuda subordinada y participaciones preferentes.
Los reclamantes acusan a los antiguos directivos de la CAM de haberles proporcionado una información maquillada y de haber falseado las cuentas de la entidad, algo que realmente se produjo si tenemos en cuenta que las cifras oficiales hablaban de beneficios cuando las pérdidas reales alcanzaban los 2.700 millones de euros. Aseguran que, en las oficinas de la CAM, les prometieron que podrían retirar su dinero cuando quisieran.