La agencia de rating Moody’s ha hecho pública su última calificación de Ibercaja. Lo cierto es que esta calificación tiene una parte positiva y otra negativa.
La parte positiva nos habla de un aprobado alto a la deuda a largo plazo de Ibercaja o, lo que es lo mismo, una calificación de Baa1. En contraste con ello, la parte negativa hace referencia a las perspectivas de la entidad crediticia, nada halagüeñas.
Por lo que respecta a la solvencia y la estabilidad financiera, Moody’s califica a Ibercaja con un aprobado justo, esto es, con una nota de C-.
En cuanto a la deuda subordinada de Ibercaja, Moody’s considera que lo oportuno es hablar de un aprobado solvente, esto es, de una calificación de Baa2. Sin embargo, revisa a la baja las participaciones preferentes de la entidad aragonesa y le adjudica un Ba3.
Moody’s ha considerado oportuno mantener las previsiones relativas a la solvencia de Ibercaja, pero al mismo tiempo ha querido dejar claro que estas previsiones podrían verse afectadas por diversos motivos. Agentes de Moody’s han puesto nombre a tales motivos. Y, así, se han referido a problemas en la puesta en circulación de la deuda del Estado español.
Ibercaja opera desde el 1 de octubre como tantas otras de las cajas de ahorros reformadas por el plan de reestructuración bancaria. La entidad está constituida por el Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y La Rioja.