El proceso de reestructuración de las cajas de ahorros tendrá como resultado el despido de 20.000 empleados y el cierre de unas 2.000 sucursales. Sin embargo, estamos hablando de cifras que no pueden darse por definitivas. De hecho, se espera que el 25% de las sucursales terminen echando el cierre como consecuencia de las fusiones y el recorte de gastos de las cajas de ahorros.
A día de hoy, 105.000 personas trabajan en las cajas de ahorros, una cifra que llegó a estar en los 134.800 en 2008.
El recorte de las plantillas de las cajas de ahorros se está llevando a cabo preferentemente, en un 90% de los casos, a través de jubilaciones anticipadas. Una décima parte de los casos fue respuesta a jubilaciones no cubiertas y expedientes de regulación de empleo.
De esta manera, el plan de recortes de las cajas de ahorros ha supuesto una media del 15% menos de costes.
Por lo demás, la indemnización promedio de las cajas de ahorros a los trabajadores de los que prescinde es de alrededor de 250.000 euros.
Si tomamos el ejemplo de Bankia, la realidad es que este año se clausurarán unas 657 oficinas y se prescindirá de unos 3.756 empleados.