El consejo de administración de Bankia viene de aprobar una reestructuración de sus órganos de gobierno. Esta reforma del organigrama directivo da, si cabe, más poder al presidente Rodrigo Rato y al consejero delegado, Francisco Verdú. Esta simplificación llega después del reciente abandono de Aurelio Izquierdo, ya ex director general de Negocio.
Por lo demás, Bankia, filial comercial del Banco Financiero y de Ahorros (BFA), pasará a dividir su actividad en dos mitades: los negocios mayoristas y la banca de particulares. Serán Carlos Stilianopoulos y Fernando Sobrini los directores respectivos de estas dos nuevas áreas señaladas.
Al área de negocios mayoristas le corresponderá la gestión del mercado de capitales, la tesorería y Bankia bolsa.
A su vez, el área de particulares se encargará de los particulares, la banca privada, marketing y los productos actuariales.
Así mismo, cambian las competencias de Francisco Verdú, que en adelante pasará a dirigir las secciones de recursos humanos y las direcciones generales de medios, de finanzas y de riesgos.
Esta simplificación de la estructura organizativa de Bankia tiene el objetivo de dotar al negocio de más eficacia. Al mismo tiempo, responde a la idea de potenciar el talento y facilitar la adopción de decisiones dentro de la empresa.