El Ibex ha descendido un 3,39% y se ha situado en los 8.166 puntos, el mínimo anual de 2012. El principal selectivo español se ha visto afectado por las dudas que plantea el acuerdo sobre el canje de la deuda de Grecia y el miedo a una posible quiebra del país.
La segunda lectura del PIB de la zona euro conocida hoy ha terminado de echar tierra sobre los índices. Huele a recesión en el Viejo Continente pues, aunque la economía europea se expandió en el conjunto de 2011 un 1,4%, en el cuarto trimestre retrocedió un 0,3%. Por si esto fuera poco, hoy BBVA Research ha declarado que la economía española podría caer entre un 0,2% y un 0,4% en el primer trimestre de este año, lo que supondría su segundo trimestre en negativo.
Además, se agota el tiempo para que el 70% de los inversores de la deuda griega acepten una quita voluntaria. Actualmente sólo el 20% de estos tenedores ha admitido estar dispuesto, por lo que los ecos que apuntan a una necesaria quita obligatoria y, por tanto, reconocimiento del default, suenan con fuerza.
Con ningún valor en positivo, el selectivo se dejó arrastrar por la caídas del 5,42% de BBVA y del 4,48%. Telefónica (-2,85%), Repsol (-2,78%) e Iberdrola (-2,46%) apuntalaron el descalabro. Los mayores recortes se lo anotaron Sacyr, que cayó un 6,68% y Gamesa (-6,46%).
En el mercado de deuda pública, la prima de riesgo española seguía creciendo y alcanzaba los 337 puntos básicos, y volvía a situarse por encima del diferencial que marcaba el bono italiano a diez años respecto al ‘bund’ alemán, en los 328 puntos.