BBVA, a pesar de ser la primera entidad que mostró interés en participar en el banco malo», hoy ha dicho que «no tiene ningún interés» en este proyecto y ha pedido más información para poder tomar una decisión.
Ángel Cano, consejero delegado de BBVA, ha recomendado también que pilote el proyecto un «sólido y fuerte gestor» y confía en que la puesta en marcha del «banco malo» no conlleve más exigencias de provisiones para el resto del sector.
El consejero de BBVA da por hecho que contribuirá a que salgan a la venta más inmuebles y previsiblemente a que el precio de la vivienda caiga un 10 % más en unos dos años, a pesar de que para entonces España ya podría haber salido de la recesión.
Según las previsiones de la entidad presidida por Francisco González Rodríguez, que ganó 1.656 millones de euros hasta septiembre, un 47,3 % menos, en 2013 la economía española será incapaz de crecer y habrá que ver si a finales de ese ejercicio hay señales que hagan pensar que la recuperación llegará en 2014.
Por otra parte, BBVA augura que la morosidad seguirá aumentando en el sector promotor, donde ya supera el 42 % y quizá en empresas, donde pasa el 8 % y en menor medida en hipotecas de particulares, que se mantienen estables.
A ello contribuye el esfuerzo que BBVA dice hacer para encontrar una solución frente a quienes tienen problemas para asumir el pago de sus hipotecas, con lo que ha ayudado al 90 % de sus clientes con dificultades: 110.000 familias desde el inicio de la crisis.
Aún así, la morosidad del conjunto del grupo se situó en el 4,8 % a cierre de septiembre y la del negocio en España, en el 6,5 % con una cobertura del 59 %, tras el esfuerzo en provisiones, ya que BBVA ha destinado en lo que va de año 2.869 millones.
Con esa cifra, cumple con dos terceras partes de las exigencias de provisiones inmobiliarias y reduce a 1.568 millones la factura pendiente para sanear su «ladrillo» antes de que acabe el año.
BBVA presume de poder hacer ese esfuerzo gracias a que su beneficio antes de provisiones o margen neto de la entidad avanza a buen ritmo. Hasta el tercer trimestre creció un 16,1 %, hasta 9.000 millones.
En cualquier caso, las provisiones suponen una clara merma en los resultados de España, donde perdió 532 millones hasta septiembre, si bien antes de dotaciones ganó 848 millones.
Ese resultado, que incluye ya a Unnim, es un 32,1 % inferior al de un año antes y ligeramente por encima de los 813 millones que BBVA obtuvo en Eurasia gracias al empuje de Turquía.
En cualquier caso, México, con un beneficio de 1.300 millones, un 3,9 % más, sigue siendo el gran motor del banco y las previsiones son halagüeñas, aunque la entidad no piensa en sacar a bolsa su filial en el país, a pesar de que al Gobierno de allí le gustaría.
A continuación, la otra región que contribuye de forma significativa al resultado del grupo es América del Sur, donde ganó 1.014 millones, un 34,7 % más; y por último, Estados Unidos, con un beneficio de 341 millones, un 40,9 % más.
En cuanto a planes de futuro, el consejero delegado se ha mostrado partidario de suprimir el dividendo elección (que ofrece la posibilidad de cobrarlo en acciones o en efectivo) si la situación lo permite y a no rebajar la retribución al accionista.
Cano también ha insistido en que el banco analizará todas las oportunidades de compra que surjan, tanto en España como en América del Sur, siempre que generen valor para el accionista.
No obstante, ante la previsible subasta de Catalunya Banc, Cano ha afirmado que BBVA se siente bastante satisfecho con su posición en la región tras la compra de Unnim, con la que están «encantados» pues les ha permitido elevar su cuota de mercado.