CaixaBank ha reportado un beneficio de 503 millones de euros en 2013, lo que representa un 118,9% más que el año anterior, tras destinar 7.501 millones a dotaciones y completar las integraciones de Banca Cívica y Banco de Valencia.
La entidad presidida por Isidro Fainé ha informado que ha alcanzado 13,6 millones de clientes y una cuota de penetración del 27,4%, consolidando el liderazgo en la mayoría de segmentos y productos.
El margen de intereses de CaixaBank ha crecido un 2,1% (hasta 3.955 millones) y el ‘core capital’ se sitúa en el 12,9% según Basilea II (+193 puntos básicos respecto a 2012) y en el 11,7% con los criterios de Basilea III.
La entidad dispone de una liquidez de 60.762 millones, un 17,9% de los activos; una cobertura de créditos dudosos del 61% (140% si se incluye la garantía hipotecaria) y una morosidad del 11,6%, frente a una media del sector del 13,08% en noviembre. CaixaBank ha señalado que el margen de intereses creció un 4,3% el último trimestre del año respecto a los tres meses anteriores, lo que «confirma el cambio de tendencia positivo» iniciado tras el verano.
Del total de saneamientos y dotaciones por 7.501 millones (ligeramente por debajo de los 7.880 de 2012), 4.994 millones se han registrado contra resultados y el resto contra ajustes de integración de Banco de Valencia y de Banca Cívica.
La entidad señala que la cuenta de 2013 refleja un aumento de los ingresos del negocio bancario principal, una reducción del gasto del 6,4% con consecución anticipada de sinergias por las integraciones, una «elevada prudencia en la gestión y cobertura de los riesgos», y plusvalías por operaciones corporativas.
Los activos del banco son de 340.190 millones, con un volumen de negocio de 510.835 millones; ha captado 736.105 nóminas y pensiones en 2013, e InverCaixa se ha consolidado como la primera gestora por partícipes, con 748.833, y un patrimonio en fondos, carteras y sicavs de 27.952 millones (+22,4%).
Los recursos totales de clientes alcanzan los 303.604 millones (+4,4%), y los créditos brutos disminuyen un 7,1%, hasta los 207.231 millones.
Los ingresos de la cartera de participadas alcanzan los 446 millones (-44,9%), por la reducción del dividendo de Telefónica y, en el cuarto trimestre, por el registro de una estimación provisional del impacto en Repsol de un potencial acuerdo de compensación por la nacionalización del 51% del capital de YPF.
Los resultados por operaciones financieras ascienden a 679 millones (+48,9%), y el margen de explotación sin costes extraordinarios se sitúa en 2.685 millones (-16,6%); los gastos de explotación se ven impactados por los costes extraordinarios de 839 millones derivados, en su práctica totalidad, del ajuste de la plantilla de CaixaBank.
Por su parte, el margen bruto se ha situado en 6.632 millones en 2013, un 1,6% menos, y el margen de explotación en 1.846 millones, un 41,8% menos.
La buena situación de liquidez ha permitido a CaixaBank devolver 21.084 millones de saldos pasivos con el BCE desde diciembre de 2012 (incluidos 2.480 millones en enero de 2014), hasta situar el saldo dispuesto en póliza en 13.000 millones; a cierre del año, el importe de la liquidez en balance (29.142 millones) excede el dispuesto en la póliza del BCE (15.480 millones).