CaixaBank considera que existe un riesgo «bajo» de recesión económica en España. Así lo ha expuesto el servicio de estudios de la entidad, CaixaBank Research, en el informe mensual correspondiente al mes de diciembre en el que analiza cómo se presenta el nuevo año para la economía española.
Para el 2020, señala que la probabilidad de que se materialice un ‘shock’ negativo «suficientemente intenso como para sumir a la economía española en una nueva recesión» es de un 15%.
Esta probabilidad supone un evento que ocurre, en promedio, una vez cada siete años, y «es más parecido a un episodio como el de la crisis ‘dotcom’ (entre 2000 y 2002), que generó una desaceleración marcada de la economía estadounidense pero que tuvo un impacto global moderado, que a un episodio como el de la crisis financiera, que tiene una probabilidad de ocurrencia mucho menor (inferior al 5%)».
Esta baja posibilidad junto con su previsión de crecimiento del PIB español de un 1,5% para 2020 «nos dice que España se encuentra en un periodo de desaceleración consistente con una fase más madura del ciclo expansivo y con un riesgo de recesión bajo, lo que debiera tranquilizarnos un poco».
Los analistas del banco consideran que esta tasa de crecimiento es «modesta» si se compara con el promedio del 2,7% registrado entre 2014 y 2018, pero superior a la estimación para la Eurozona (1%).
El avance económico nacional se sustentará en la demanda interna, que repuntará ligeramente, hasta situarse por debajo del 2%. Esto supone mantener la tendencia a la moderación de los últimos trimestres en los que hubo menor tirón del consumo interno por un menor gasto de los hogares en vehículos debido a un aumento de la incertidumbre regulatoria y el reto del cambio tecnológico, lo que puede haber pospuesto las decisiones sobre este gasto.
A medida que se disipen estas incógnitas, «el gasto en vehículos podría experimentar un efecto rebote debido al consumo que se está posponiendo».
Los ingresos de las familias crecerán a tasas notables, gracias al repunte en el crecimiento de los salarios que va a compensar la ralentización del crecimiento del empleo. Esta «buena evolución» de los ingresos va a permitir que el crecimiento del consumo experimente un repunte.
Los analistas de CaixaBank han dicho que ese avance del consumo es «limitado» y prevé que los hogares sigan recomponiendo su colchón de ahorros «como respuesta a unas perspectivas macroeconómicas algo más modestas». Este aumento del ahorro la dotará de una mayor resiliencia.
Respecto a la inversión, CaixaBank estima que seguirá creciendo gracias a las «razonablemente buenas perspectivas de la demanda interna y al entorno financiero acomodaticio», aunque a ritmos más suaves, gracias a las dificultades que atraviesa el sector manufacturero por el proteccionismo a nivel internacional, el deterioro de la demanda exterior y las dificultades idiosincráticas que atraviesa el sector automovilístico.