Royal Bank of Scotland ha provisionado 100 millones de libras (112 millones de euros) ante la mayor incertidumbre económica.
Los analistas han destacado que se trata de la primera señal concreta de que el Brexit está afectando las perspectivas de uno de los bancos más importantes del Reino Unido.
La reserva de fondos sugiere que a RBS le preocupa que algunos de sus clientes tengan menos capacidad para pagar sus deudas en el futuro.
El Royal Bank of Scotland es el primer gran banco del Reino Unido que guarda fondos para esta eventualidad cinco meses antes de la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
La entidad financiera ha informado al tiempo que revelaba las cifras de los resultados del tercer trimestre, que mostraban un beneficio antes de impuestos de 961 millones de libras.
El beneficio atribuible de la entidad financiera se ubicó en 448 millones de libras (503 millones de euros), por debajo de los 507 millones de libras (569 millones de euros) que esperaban los analistas, de acuerdo a un promedio de estimaciones. La cifra ha superado los 392 millones de libras (440 millones de euros) ganados en el mismo período en 2017.
Ross McEwan, consejero delegado del banco, ha señalado que “es una buena evolución, en un mercado altamente competitivo y con una perspectiva económica incierta”.
Los saneamientos se han elevado hasta los 240 millones de libras (269 millones de euros) desde los 143 millones de libras (160 millones de euros) registrados en el mismo trimestre del año pasado, un incremento que el banco ha atribuido a una perspectiva económica más incierta a medida que el Reino Unido se prepara para salir de la Unión Europea.
Royal Bank of Scotland es una de las filiales de banca minorista del Royal Bank of Scotland Group, el cual junto con el National Westminster Bank y Ulster Bank, ofrece en sus sucursales servicios bancarios en todo el Reino Unido. Tiene alrededor de 700 sucursales, principalmente en Escocia; sin embargo, existen sucursales en muchos pueblos y ciudades grandes de Inglaterra y Gales.